Edwin Castro era un joven hispano con muchas aspiraciones y poco dinero. Tenía trabajos simples antes y mientras estudiaba en una universidad de Los Ángeles, California. Su sueño era ser arquitecto y dio sus primeros pasos en esa profesión. Hasta que la suerte le sonrió el 8 de noviembre de 2022, cuando supo que tenía el boleto ganador del histórico premio del Powerball de 2,040 millones de dólares.
Tres meses después se presentó a cobrar una suma global de 7,600 millones y pidió permanecer lo más posible en el anonimato por razones que no se hicieron públicas. Por ley, la Lotería de California estaba obligada a revelar al menos el nombre del afortunado y lo hizo en una concurrida conferencia de prensa a mediados de febrero. A Castro no le quedó de otra más que aceptar la norma y mandó un mensaje escrito que se leyó frente a las cámaras de varios canales de televisión.
A pesar de su esfuerzo por ser un millonario sin rostro, poco a poco se van conociendo detalles sobre su vida. Univision Noticias confirmó que, antes de matricularse en una universidad privada, fue mecánico en un pequeño taller de autos antiguos modificados conocidos como ‘flathead’. El negocio está en la ciudad de La Crescenta, a ocho millas de la gasolinera de Altadena, donde compró el boleto ganador.
Él mismo describió en su currículum que se encargaba de desmontar, limpiar, revestir y pintar motores en el taller H & H Flatheads Forever. De marzo a agosto de 2011, fue “mecánico” y “maquinista”.
El dueño del establecimiento, Mike Hermans, afirmó a este medio que Castro estuvo en su nómina unos meses. “Él trabajó para mí”, dijo Hermans en una conversación telefónica en la que declinó dar más información sobre su exempleado. Solo lo recordó como “un muchacho reservado”.
Castro renunció a ese trabajo para matricularse en la carrera de arquitectura de la Woodbury University, una escuela privada localizada en la ciudad de Burbank, en el condado de Los Ángeles.
En el verano de 2014 fue interino en la firma de arquitectos del centro de Los Ángeles, RTKL associates, donde hizo dibujos conceptuales para proyectos de planificación, produjo modelos 3D (en tercera dimensión) de esos dibujos, editó fotografías para presentaciones y también diseñó decoraciones, según escribió en su currículum.
Esa tarea la combinó durante tres meses con su empleo como recepcionista del gimnasio de la Woodbury University, un cargo que tuvo de agosto de 2014 a febrero de 2015.
Ahí le tocaba abrir y cerrar las instalaciones, darle mantenimiento y limpiar los aparatos para hacer ejercicios, responder las llamadas telefónicas y ayudar a estudiantes y profesores.
“Me complace saber sobre la buena fortuna de Edwin Castro. Como decana de la Escuela de Arquitectura de la Woodbury University, solo deseo lo mejor para todos nuestros exalumnos”, dijo Heather Flood en una breve declaración enviada a este medio.
“Por respeto a la privacidad de Edwin, no haré más comentarios”, finalizó Flood.
El medio TMZ, especializado en noticias sobre el espectáculo, reveló otros datos acerca de Castro: que tiene 30 años, que fue miembro de los Boy Scouts y que fue alumno de la preparatoria Crescenta Valley, donde practicó futbol americano y béisbol.
Las fuentes consultadas por TMZ dijeron que el joven creció en el seno de “una familia sana” que con frecuencia iba a pescar. Lo describen como un chico tranquilo y de buen corazón.
Castro eliminó su página de Facebook y el número telefónico que registró en la Woodbury ahora está desactivado. No hubo respuesta a los mensajes que Univision Noticias envió al correo electrónico que él usaba en su época de estudiante de arquitectura.
Borró todo su rastro digital, menos una cuenta que abrió en una red social especializada en conectar a sus usuarios con restaurantes, cafeterías, bares y otros negocios. En su foto de perfil se le observa fumando lo que parece ser shisha (tabaco de sabor) y dijo que Burbank era su lugar favorito.
Castro menciona en su currículum que sus habilidades son trabajar con el concreto, metales, madera y yeso. Mencionó, además, que sabe reparar coches y, en particular, modificar modelos clásicos.
Queda claro su amor por los autos y la arquitectura en su reciente compra de una mansión de 25.5 millones de dólares. Se trata de una moderna residencia en Hollywood Hills que tiene capacidad hasta para siete vehículos, según informó el periódico Los Angeles Times.
Es el primer gasto de su fortuna que se le conoce hasta ahora. El diario angelino informa que la casa fue construida el año pasado sobre una ladera por Roman James Design, una empresa de construcciones de lujo. En sus tres pisos hay cinco recámaras, seis baños, una sala de juegos, cine privado, bar, gimnasio, bodega, sauna y alberca.
Sus formas cuadradas, interiores abiertos y vistas panorámicas a la ciudad de Los Ángeles, se observan en las fotografías promocionales.
En lo que va del año es la venta inmobiliaria más cara en Hollywood Hills, hogar de ricos y famosos.
A pesar de que la Lotería de California insiste que Castro es el ganador legítimo del máximo premio que ha entregado, otro hispano, José Rivera, asegura que alguien más le robó el boleto que resultó triunfador y luego Castro cobró el premio indebidamente.
Rivera, quien también ha permanecido en el anonimato, interpuso a finales de febrero una demanda en la Corte Superior del condado de Los Ángeles. Sus abogados dicen que solo se podrá verificar quién dice la verdad revisando el video de la compra en la gasolinera de Altadena.
Ni Castro ni sus representantes legales han respondido a esta querella.